El otro día, paseando cerca de casa por un castañar, encontré en el tronco de un castaño un Geomalacus maculosus.
¿Pero qué es esto, de qué nos habla?.
Geomalacus maculosus es el nombre científico de una babosa. No es que sea muy diferente a otras babosas, pero esta tienen de peculiar su área de distribución y su estatus poblacional.
En inglés, esta babosa se conoce como Kerry Slug (es decir babosa de Kerry), debido a que fue en este condado del Suroccidente irlandés donde se describió la especie por primera vez allá por 1843. Poco después, la especie es encontrada en el Norte de España (1868) y en el Norte de Portugal (1873).
De hecho, la distribución actual de esta especie se reduce al Suroccidente de Irlanda (condados de Cork y de Kerry), al Norte de España (Galicia, Asturias, Cantabria, Norte de León y unos pocos puntos en el País Vasco) y Norte de Portugal (más o menos, al Norte del río Mondego).
Su aspecto es el típico de una babosa, pero con un color de fondo amarronado o negruzco y sobre ese color se aprecian pintas blanquecinas. Parece ser que en las zonas boscosas predominan los ejemplares con los tonos anaranjados/marrones, mientras que en zonas más abiertas predominan los ejemplares negruzcos. En los ejemplares jóvenes, se aprecian dos bandas dorsolaterales formadas por pintas blancas, que con la edad se van difuminando.
Esta babosa se alimenta de líquenes, hepáticas y musgos. Por ello, se la encuentra en áreas donde predominen esas plantas, como zonas con rocas cubiertas de líquenes, con tocones cubiertos de musgo, zonas umbrías, turberas, etc. Además, parece ser que está muy asociada a sustratos ácidos y medios oligotróficos y rehuye las zonas calizas.
Es una especie muy poco citada, debido sobre todo a que su actividad la realiza durante la noche y el crepúsculo, mientras que el día lo pasa escondido bajo piedras, en grietas del terreno o bajo la corteza de árboles.
Está incluida en la directiva hábitat de la U.E., por lo que deben de crearse ZEC (Zonas Especiales para la Conservación) que permitan mantener su población en un estado de conservación adecuado. Además, deben de realizarse seguimientos regulares para conocer el estado de conservación de sus poblaciones.
Las pocas veces que la he visto ha sido siempre en cuarcitas cubiertas de líquenes. Y por encima de los 1000 m.
Muy bonita la entrada ¡y muy bien documentada!
¿Dónde has encontrado esa información?
Hola, Gilberto.
La información viene de los irlandeses (http://www.npws.ie/sites/default/files/publications/pdf/IWM%2054.pdf), Aquí, en España, puedes encontrar un trabajo de un muestreo realizado en País Vasco y algo de la Universidad de Santiago. Un saludo