Los habitantes de la noche

Ayer por la noche, aprovechando que había “algo de calor” (10ºC) y lloviznaba, salimos mi amigo Julio y yo por los alrededores de casa a la búsqueda de los pequeños bichejos de la noche. Provistos de linternas, nos dedicamos a inspeccionar un talud de pizarra, con abundantes grietas, musgo, helechos…

En poco tiempo, ¡premio!, encontramos cinco salamandras rabilargas (Chioglossa lusitanica) y un caracol de Quimper (Elona quimperiana).

Salamandra rabilarga

rabilarga_3

La salamandra es un endemismo ibérico, que se encuentra solamente en la franja cantábrica, Galicia y norte de Portugal. Es nocturna y durante el día se esconde entre el musgo, la hojarasca y pequeñas grietas del terreno.

Salamandra rabilarga

Salamandra rabilarga

Por su parte, el caracol de Quimper, también nocturno, se localiza solamente en la franja cantábrica y en la Bretaña francesa.

caracol de Quimper

caracol de Quimper

kimper_1

Las fotos las hice al día siguiente, después de buscarlos bastante tiempo, y eso que sabía dónde estaban.

About Sergio Solano

Aficionado desde niño a los bichos, conseguí mantenerme hasta hace poco como biólogo de campo. Ahora soy un encantado hostelero rural y aficionado a la naturaleza en el P. N. de Redes.
This entry was posted in Fauna and tagged , , , , , , , , , , . Bookmark the permalink.

2 Responses to Los habitantes de la noche

  1. angel diego says:

    Recuerdo cuando me la encontré en Degaña, en una zona de musgo casi encharcada. Me pareció guapa, con aspecto cristalino, pero eso sí, menos llamativa que la salamandra común. El brillo que tiene dficulta la fotografía, sobre todo si se quire utilizar flash.

  2. Santi says:

    Sin duda estas historias de bichejos pequeños son las que más me atraen. Me encanta ver las fotos.
    Una noche de vivaqueo mi amigo Sergio Gordo y yo nos encontramos una salamandra común lo suficientemente atrevida y descarada como para llamarnos la atención, y lo más entretenido, una manada de lo que yo creo que eran zorrillos, atraídos por el fuerte olor de una riquísima cena de pote gallego. Lamentablemente solo se apreciaban los ojos relucientes, la noche y la velocidad de los susodichos nos impidió obtener una foto decente.

Leave a comment