No se por qué, las primeras flores de primavera suelen ser amarillas (no me refiero a las de los árboles).
En esta época, destacan claramente en el paisaje las prímulas florecidas, que suelen formar agregados en los bordes de los prados y en los taludes poco “trabajados” por el ganado. En los alrededores de Belerda he encontrado dos especies: Primula vulgaris y Primula veris. Se diferencian muy bien por la longitud de los tallos florales, mucho más largos en la segunda especie. Como se aprecia en la primera foto, en muchas ocasiones aparecen las dos especies en el mismo rodal florido (en primer plano P. vulgaris y al fondo, desenfocada, P. veris).
Junto con las prímulas, otra especie que en esta época tiene flores amarillas es la celidonia menor (Ranunculus ficaria), muy común y que también forma agregados por lo que es bastante visible en los prados en los que aun no han crecido otras herbáceas de mayor porte. Hoy, con la lluvia, las flores están cerradas y son poco vistosas.
Empiezan a florecer otras especies, como la estrella o estrellada (Stellaria holostea) de flores blancas, o la ortiga muerta (Lamium purpureum) de flores lilas.
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