Septiembre es el mes de las tareas de recolección y procesado de frutos silvestres para hacer compotas, mermeladas, jaleas, dulce… que iremos consumiendo a lo largo del año (y ofreciendo en Los Riegos para desayunos y cenas).
El primero suele ser el fruto del saúco (Sambucus nigra), arbolillo bastante extendido por Asturias -donde se le conoce como sabugu, sambenitu, benitu, sauqueiro- pero cuyo fruto nadie que yo conozca aprovecha (las currucas, mirlos, zorzales… lo agradecen mucho).
En las partes bajas del P.N. Redes suele madurar hacia la primera semana de septiembre, cuando en las zonas más altas aun está claramente verde. Por nuestra zona generalmente comenzamos a recogerlo hacia el 10-15 de septiembre. Es un fruto agradecido, pues si das con dos o tres árboles con el punto de maduración adecuado en poco tiempo se puede recoger cantidad suficiente como para procesar una buena pota y conseguir entre 12 y 15 frascos de jalea. Las tostadas de los desayunos y algunas carnes lo agradecen a lo largo del año.
Más o menos al tiempo que el sabugu, comienza la recolección de moras (Rubus sp pl). En este caso, conseguir una cantidad buena es bastante más trabajoso (y pinchudo). Si das con un buen ñeru de ellas, puedes hacerte con unos 2-3 kg por “sesión” de 3 h, pero lo normal es que en ese tiempo no pases de los 1,5 kg. A diferencia del sabugo, que no se comen en fresco, las moras recién cogidas desaparecen rápidamente como acompañamiento de yogures, el melón de los desayunos… ¡¡y solas con azúcar!! por ello, hace falta juntar lo de varias sesiones de recogida antes de pensar en cocerlas para hacer mermelada.
Pasamos al escaramujo, que es el nombre genérico del fruto de las varias especies de rosal silvestre (Rosa sp pl). En Asturias también se le conoce como carranculo, escarbaculo, y en zonas de Castilla como tapaculo; en todos los casos estos nombres hacen referencia a las “propiedades” del fruto comido en seco: picazón por un lado y astringentes por el mismo lado.
Sin embargo, una vez cocidos, los escaramujos dan una jalea riquísima. Eso sí, cogerlos en cantidad suficiente cuesta bastante tiempo y muuuuchos arañazos por todas partes.
No podemos olvidarnos de las avellanas. En este caso, la recogida es bastante sencilla pues nos centramos exclusivamente en los avellanos (Corylus avellana) que hay en casa. Paloma coge los garrapiellos directamente del árbol (lo que por aquí se conoce como ermesar ablanes), mientra que yo prefiero apañar una a una las avellanas caídas al suelo. Lo que hemos notado este año es que hay muchas con coco (en realidad, el coco o gusano ya no está, ya se comió la avellana y lo que vemos es el agujero de salida).
Por último (por ahora), con los vientos de Sur de estos días (viento les castañes) han empezado a caer las nueces. En casa tenemos un solo nogal (Juglans regia), que por lo que vemos estos años es bastante irregular en cuanto a cantidad de nueces. Este año toca malo… en fin.
Se por experiencia que todas la jaleas y mermeladas que prepara Paloma están realmente deliciosas, espero que la cosecha haya sido grande y aunque tarde en ir tenga oportunidad de probarlas.
Vaya buena pinta que tien todo eso!!! Un paquetìn por correo??? Què os parece?
Un beso.
Je, je. Más vale que te vengas por aquí a probar jaleas y mermeladas… ¡o a ayudar a la recolección!. Un beso